La respuesta políticamente correcta es: No.

La respuesta que os doy yo es: Depende.

Depende de tu discapacidad, del puesto al que apliques y sobretodo: Depende de lo que tú realmente quieras hacer. Pues, ponerla o no, es tu decisión y lo que sí que tiene que estar claro es: Nadie te puede obligar a ponerla.

Si tu discapacidad no tiene relación con el empleo, no. Porque no tiene sentido ponerte más dificultades por el camino. Al final, los prejuicios a veces pesan más.

Ejemplo práctico 1: Autismo y programador

Un diagnóstico de autismo me genera un 35% de discapacidad. Pero voy a aplicar a un trabajo de programador, dónde las relaciones sociales son escuetas e importa sacar la tarea.

En este caso, indicarlo en el currículo puede generar miedos: ¿Qué pasa si le da un ataque de ansiedad en el trabajo? ¿Y si necesita adaptaciones especiales y nos cuesta dinero en la empresa?

Al final, son cuestiones que tú sabes la respuesta, pero ellos no. Estás bajo prejuicio y juega en tu contra.

Incluso, con toda la información que hay en el mundo, yo he sido testigo de cómo rechazaban a un programador por ser ciego. Cuando hoy en día sabemos todos que hay lectores de pantalla gratuitos. Ser programador y ciego es algo totalmente compatible.

Si estás aplicando a un trabajo exclusivo del 33% de discapacidad, sí. Pero esto es lógica pura, si realmente quieres trabajar ahí, y las personas responsables del proceso de selección no ven que indiques que dispones del certificado, no van a elegirte.

Mi consejo, frente a lo que me han comentado dos amigas que han trabajado ahí, es que simplemente indiques que dispones del certificado de discapacidad y como mucho el grado. No tienes ninguna obligación de indicar por qué tienes esa discapacidad. Ya sea por esquizofrenia, autismo, trastorno bipolar, discapacidad visual o alguna discapacidad física. Personalmente, tampoco creo que sea aconsejable pues siempre va a ser un motivo de discriminación antes que de inclusión.

Si sabes que necesitas alguna adaptación en tu entorno laboral, hay formas de ponerlo jugando con el lenguaje.

Pongamos un ejemplo:

Adaptar tu currículum si tienes un diagnóstico de autismo

Estaría perfecto poder entrar a una entrevista y decir: Soy autista.

Os voy a reconocer, que yo en la última que hice para la empresa dónde actualmente trabajo, así lo hice.

Pero no siempre el mundo es tan bonito, así que si no conoces a la empresa de cerca como era mi caso, mi experiencia es que es más pragmático decir qué dificultades o peculiaridades tienes.

Puedes usar la pregunta de: ¿Cuáles son tus puntos débiles?

• «Me encanta el trabajo en equipo, y sé que se me dificultan las relaciones sociales, así que trabajo en ellas y sobretodo en mostrar participación con el equipo de trabajo».

Esta sería una respuesta de ejemplo. Estoy exponiendo mis carencias sociales sin decir que soy una persona autista, simplemente que soy consciente de ellas, y que sobretodo, mi objetivo es mejorarlas.

Recuerda: Una persona que conoce sus puntos débiles, es una persona fuerte.

Si necesitas ayuda, contáctanos en [email protected] y pensamos en tu estrategia. Somos un equipo divergente, sabemos lo que es ser diferente.

¡El pez que se muerde la cola!

Un empleo lleva a otro empleo. Así es el trabajo. Si quieres conseguir un trabajo, estate en uno. Eso demuestra que eres capaz de desarrollarlo.

¿Y cómo hacemos si no disponemos de experiencia laboral? La conseguimos mediante diferentes vías.

Haz cursos que dispongan de prácticas en empresa. Esto permite ampliar tu red de contactos en el mundo laboral y demostrar tu valía. Podrás añadir a tu currículo vitae la experiencia en prácticas como experiencia laboral hasta que consigas optar a un empleo.

Contacta con asociaciones que ofrezcan voluntariado. ¿Trabajar gratis? No. Nunca. Si estás leyendo esto es que eres una persona solidaria, porque estás en nuestro blog, SolidJobs, una asociación sin ánimo de lucro que busca que consigas tu empleo. Hay muchísimas asociaciones y con seguridad a una de ellas le donarías grandes cantidades si tuvieras esa oportunidad. He de decirte que tienes esa oportunidad, busca esa asociación y ponte en contacto, es posible que ofrezcan trabajos de voluntariado(Incluso remunerado) y puedas añadir esa formación a tu currículum. Dona tu trabajo, no compres experiencia laboral. Te será mucho más gratificante ayudar a una causa a sentir que tienes que hacerlo a la fuerza.

Abre tu propio negocio. Espera, espera. Sé lo que vas a pensar, ¿Cómo voy a abrir mi negocio si no tengo experiencia ni capital? No lo abras. Haz que lo abres. ¿Has estudiado programación, diseño, márketing, integración social, jardinería, …? Genial, vamos a crear tu propia «empresa». Abre un blog, redacta contenido interesante y añade tu nombre en el quiénes somos. Ahora ve a SolidJobs APP, Linkedin e infojobs y actualiza tu CV como director del proyecto. Comienza a enviar ofertas y observa el resultado. Tienes una entidad no registrada con la que puedes buscar colaboración con ONGs mientras intentas seguir rellenando tu CV.

Participa en proyectos Open Source. Un proyecto Open Source es un proyecto abierto. Los programadores tienen bastante experiencia en este tipo de proyectos, pero no son los únicos. Puedes crear o participar un proyecto Open Source si tienes nociones en diseño, márketing, matemáticas, … Incluso empleos no relacionados con la tecnología. Por ejemplo, si el proyecto es un juego online para cuidar tu huerto y tienes nociones de jardinería o cultivo, podrás participar aportando los conocimientos que necesita el juego para ser realista. Si eres albañil, igual te interesa participar en un proyecto para un software de gestión de obras. Una nueva herramienta impresa en 3D para albañilería también se consideraría Open Source si publicas el modelo. Lo mejor de este tipo de proyectos, es que al ser principalmente proyectos de software, lo que más puedes aportar serán conocimientos en algo que va a ayudar a otras personas, y por ello te será menos laborioso.

En definitiva, si no tienes experiencia laboral… ¡Créala!